martes, 22 de julio de 2014

Diario de otra Adolescente Cristiana: Capítulo 4- La noticia bomba y el muro



Mi amiga, un muchacho y yo empezamos a andar juntos, y sabía que a mí me gustaba él, y me parecía que a él le gustaba de la situación, pero comencé a percibir que él estaba más cercano de mi amiga que de mí, pero yo pensaba:
No…no…ella es mi mejor amiga hace años, si hubiera algo en ella me contaría  de seguro.
Y si había un asunto que nos  gustara conversar en la escuela era sobre muchachos, sin embargo el asunto de esta vez era de un tal Fernando, el era de otra escuela y las muchachas lo conocían porque ellas vivían en el mismo barrio, todas pensaban que el era lindo, pero Daniela pensaba así aún más. Ella no dejaba de hablar de el, desde los tenis que usaba hasta la manera de el arreglarse el cabello, ella realmente estaba obsesionada con ese muchacho.
Pero yo no estaba ni un poco interesada en el tema, pues solo conseguía pensar en aquel amigo mío, solo que cuando comenzaban a hablar de mi amigo ellas se reían y cuchicheaban entre sí. Lo que solo aumentaba mis sospechas:
-Por qué no me dicen la verdad? Ella está con él no es así?
Ellas solo me confirmaron aquello que en mis adentros ya sabía, y sintiéndome muy traicionada no solo por mi mejor amiga pero por mis otras amigas que parecían divertirse a costa de mí
Me miraba en el espejo preguntándome:
-Cuál es mi problema? Soy gorda? Soy fea? Por qué las personas no gustan de mí?
Todos los complejos que yo ya tenía antes, solo aumentaron dentro de mí, y aun que tuviera el amor de mi familia esto no me satisfacía pues había un vacío inmenso en mí, ni yo misma me soportaba
Comencé a hacer varias dietas, escribía historias, músicas y poemas llenos de depresión. Iba a la Iglesia y hasta lloraba, pero no lograba retener lo que allí era dicho. Me dormía a la hora de la predica y solo repetía lo que el pastor decía a la hora de la búsqueda, a veces solo me despertaba al final de la reunión, intentando hablar alguna cosa con Dios. Todas las veces quedaba pidiendo perdón y pidiéndole a Dios para no ir al infierno, decía hasta que amaba a Dios pero no lo conocía.
Por qué? Porque yo vivía encima del muro, o sea no me decidía a tener un compromiso con Dios.
Ustedes aún no lo había notado? Pues ahora lo van a notar…
Mi prima me llamó para ir a una fiesta de cumpleaños de una amiga de ella, como ella estudiaba en otro colegio no había mucha gente que conociera allí, entonces me quedé sentada quieta toda la fiesta. Hasta que me dijeron que un muchacho quería quedarse conmigo, en un inicio ni le di importancia, ni quería saber quién era. Pero después me enteré que era ese muchacho Fernando…
Entonces vinieron a mi dos pensamientos:
Quédate con él Ariana, será tu oportunidad de vengarte de ellas!
Y el otro pensamiento era:
No, no. Vete a tu casa el carro ya está viniendo a  buscarte!
Entonces respondí:
Ok me quedo con él!

Continúa en el Próximo capítulo.

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