lunes, 14 de julio de 2014

COMIDA RÁPIDA ESPIRITUAL

Dime, a cual adolescente no le gusta de comidas rápidas? A la mayoría le gusta no es verdad?
Me acuerdo que de adolescente cambiaba una comida fresquita, hogareña, por una buena hamburguesa, perro caliente, pasteles, pizza y muchas otras cosas...Recuerdo que soñaba con comer eso todos los días
Ahora yo te pregunto : Tu sabes el por qué esos platos son conocidos como comidas rápidas.           
Bueno pues el nombre parece explicarlo todo. Sin embargo esas comidas son llamadas así               
no porque sean de preparación rápida, pero porque la digestión de las mismas es rápida también     
parece que esa comida ya viene como medio "masticada" para nosotros y nuestro organismo la digiere y consecuentemente nos quedamos con hambre más rápido...¿Ustedes ya se fijaron en eso? Pues bien ahora vamos a llevar esa historia toda -que además de esto ya me está dando mucha hambre- para el lado espiritual. ¿Eres del tipo de persona a la que le gusta la "Comida Rápida Espiritual"? Déjame explicarte... Hoy en día tenemos muchos medios que nos ayudan a fortalecer espiritualmente,  tenemos blogs, libros, audios, videos, en fin, una variedad de cosas que son muy importantes  para nuestro desenvolvimiento espiritual. Sin embargo esas cosas muchas de las veces ya vienen masticadas para nosotros...O sea ya vienen con toda la explicación, para que pueda facilitar nuestro entendimiento. Y no hay nada malo en sacar provecho de estos medios de comunicación.    Pero de la misma manera como las comidas rápidas no pueden sustentar nuestro cuerpo como  único alimento, estos medios no pueden ser nuestra única comida espiritual diaria.
Debemos alimentarnos de aquella comida que lleva un tiempo para digerir dentro de nosotros         
que es la revelación de la palabra de Dios que va de encuentro a nuestra necesidad.                     
Aquel momento de intimidad entre tú y Dios, solo ustedes dos. Tú hablas con EL y EL habla contigo.
Amigos no hay alimento que mas los fortalezca que ese!
Cuando Dios habla directamente con nosotros, aquella palabra se queda en digestión por un tiempo adentro de nosotros, meditamos en aquello, pensamos, vivimos aquella Palabra y consecuentemente  no sentimos hambre tan rápidamente.
Somos saciadas por esa palabra. Pero cuando el mensaje ya viene todo desmenuzado para nosotros  acabamos por olvidarla, el hambre viene mas rápidamente, no te sientes satisfecho y  te quedas buscando mas de estas comidas sin entender que tal vez en ese momento tu estés necesitando una comida más fuerte, más solida, de digestión más lenta: 
La Palabra de Dios! 
Amigo aliméntate directamente de la fuente. Ten tus momentos íntimos con Dios, 
habla con EL óyelo y vive la palabra que EL te revele. Los otros medios son complementos para tu fe. 
Tu debes aprovecharlos también, pero no te olvides que ellos no pueden sustituir aquel momento 
que tu debes tener con EL. Recuerda lo que el dijo:
Les declaró y les dijo Yo soy el pan de la vida ; quien viene a mi jamás tendrá hambre, 
el que cree en  mí jamás tendrá sed.
Tal vez por eso has estado tan insatisfecho...Has buscado todos los medios, 
pero no has ido directamente EL...¿Qué tal si cambiamos esta situación ahora mismo?
Ve a la Fuente! EL te está esperando
Colaboró: Aline Munhoz
Fuente: http://www.cristianecardoso.com

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