miércoles, 25 de junio de 2014

Diario de otra adolescente Cristiana- Capítulo 1- En busca del primer amor

-Obrero, por favor, converse con mi hija, ella llora mucho y sin ningún motivo aparente.
Eso fue demasiado fuerte. Mi mamá me tomó del brazo y me arrastró para que conversara con ese obrero en la iglesia, un señor ya maduro, nos recibió con ese balanceo de cabeza, de aquel que está dispuesto a oírte el tiempo que fuere necesario.
-Pero por favor, no necesito hablar con nadie.
Pensé mientras hacía la cara más antipática posible.
- Por qué lloras querida?. Me preguntó el obrero con aquella mirada de quien en realidad se interesa en ti.
-Yo no se.
Le dije de manera maleducada. La verdad era que yo me sentía triste, vacía , no sabía de que manera lidiar con eso, entonces lloraba.
-Hace mucho que vienes a la Iglesia?
-Si desde siempre. Le respondí
Mi mamá miraba fijamente a este señor esperando que el me diera la solución. El problema no era venir a la Iglesia, cuando nací ya estaba en ella. Y la EBI (Escuelita Bíblica Infantil) Me había ayudado mucho, pero de unos años para ese entonces, yo estaba como perdida.
-Sabes qué es lo que necesitas? Necesitas conocer el amor, me dijo el obrero.
Amor, ahora sí estaba hablando mi lenguaje. Estaba necesitando un enamorado! Yo tenía 13 años y ya pensaba un montón de tonterías, yo ya había intentado tener uno, pero no salió bien con un muchacho que me gustaba en la escuela, entonces aún para ese entonces soñaba con el primer amor.
-Ese amor del que te hablo no es el amor de tu familia, ni tampoco el de tu mamá que te ama tanto...
Dijo el obrero.
-Yo se, yo se, me dije a mi misma muy entusiasmada.
-Ni es el amor que te ofrecen las personas.
-Como así? Le respondí medio desubicada.
-El amor que necesitas conocer es el amor de Dios ! Que nunca te va a dejar solita, y que va a llenar ese vacío que existe adentro de ti.
Yo fingí que estaba entendiendo todo para finalizar la conversación rápidamente, pero en realidad no había entendido nada, sin embargo de allí salí pensando.
Al anochecer, fue como otras noches, en que no podía dormir, estaba tan nerviosa que temblaba, abrí la puerta de la sala y miré al cielo, una noche oscura y casi sin estrellas, me imaginé a Jesús volviendo en una nube,como las educadoras nos hablaban en la escuelita, yo no sabía el por qué estas palabras que yo había oído de niña no salían de mi cabeza, recordé mis rebeldías, las mentiras que de vez en vez yo decía, entonces me decidí a orar:
-Mi Dios si el Señor regresa en esta noche, llévame por favor...por favor...por favor...No me dejes aquí perdona mis pecados en nombre de Jesús. Amén!

CONTINUARÁ...

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