Primer paso:Conciencia.
Estar consciente de que nadie es bautizado con el
Espíritu Santo porque lo merece. Si cree que tiene méritos, no lo va a recibir
nunca. Ese bautismo debe ser buscado con todas las fuerzas y de todo corazón, por medio de la fe en el Señor Jesucristo.
Segundo paso: Querer.
Ese querer no es simple voluntad o una buena
idea, ni porque otros Lo tienen. Pero, por ser muy necesario en cuanto a la
salvación. Es un querer semejante al perdón de los pecados. Es un querer
ardiente, por encima de cualquier otro sueño o deseo del corazón. Más que
vivir, casarse, conquistar, en fin, más que todo lo que las personas o este
mundo pueden ofrecer. Por eso, el Señor impone la condición de sed. Es
necesario tener sed. Mucha sed. Una sed desesperante. Si alguno tiene sed…(Juan
7:37) Si no hay garra en el querer, será difícil.
Tercer paso: Pensamiento.
El querer debe seguir por el pensamiento ocupado en la Persona del Espíritu
Santo. El pensamiento continuo en Él debe ser tanto en casa, en el trabajo, en
la calle, en la iglesia o en cualquier lugar. Tanto como pueda. Es como en el
noviazgo. Cuando se está amando, la persona va y viene y siempre termina
pensando en la persona amada, ¿no es así? Lo mismo debe ocurrir con el
candidato al Sello Divino. Lo importante es mantener la mente enfocada en Él.
No es necesario decir que, en esa etapa, el candidato debe buscar al máximo
aislarse de todo lo nocivo a la buena conciencia. Evitar las malas compañías o
personas contrarias a la fe, distracciones vulgares y todo lo demás que
interrumpa la relación con el Espíritu. Es difícil, pero no es imposible. La fe
exige sacrificio. Si en la conquista de los bienes materiales no se miden
sacrificios, cuanto más en la conquista espiritual. ¡Imagine la plenitud del
Espíritu Santo!
Por lo
tanto, tiene que haber un esfuerzo sobrenatural.
Conclusión:
Cuando esas condiciones están satisfechas, el candidato no necesita hacer más nada, mucho menos preocuparse. Sólo esperar. En cualquier momento y en cualquier lugar él puede ser bautizado. En casa, en el trabajo, en la calle, en la iglesia, en fin, no hay más impedimentos para que el Señor Jesús venga a bautizarlo con Su Espíritu.
Cuando esas condiciones están satisfechas, el candidato no necesita hacer más nada, mucho menos preocuparse. Sólo esperar. En cualquier momento y en cualquier lugar él puede ser bautizado. En casa, en el trabajo, en la calle, en la iglesia, en fin, no hay más impedimentos para que el Señor Jesús venga a bautizarlo con Su Espíritu.
Observación:Durante el tiempo de “ocupar la mente” con la Persona del
Espíritu Santo, es probable que el diablo sople pensamientos sucios. En caso
que eso suceda, sepa que eso es una excelente
señal de que
usted está en el camino correcto. No se desanime. No se preocupe. Y no piense
que está pecando contra Él. Tentación no es pecado. Pecado es caer en tentación.
Pecado imperdonable esofender
o proferir palabras contra
el Espíritu Santo.
Cuando vengan pensamientos sucios, no tenga miedo y no se acobarde. Aproveche el momento y resista al diablo alabando al Señor Jesús. Sea con cánticos, con palabras de adoración (en un tono alto o bajo, depende de su privacidad). Lo importante es no temer o intimidarse delante de los pensamientos sucios. ¡Tiene que reaccionar! Y reaccionar con alabanzas a Dios.
Cuando vengan pensamientos sucios, no tenga miedo y no se acobarde. Aproveche el momento y resista al diablo alabando al Señor Jesús. Sea con cánticos, con palabras de adoración (en un tono alto o bajo, depende de su privacidad). Lo importante es no temer o intimidarse delante de los pensamientos sucios. ¡Tiene que reaccionar! Y reaccionar con alabanzas a Dios.
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